NAZARET DE GALILEA
NAZARET
“En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Entrando, a ella le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el señor es contigo. Ella se turbó al oír estas palabras y discurría que podría significar aquella salutación. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y llamado Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de David, su padre, y reinará en la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendrá fin . Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón?. El ángel le contestó y dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por eso el hijo engendrado será santo, será llamado Hijo de Dios “. San Lucas ( 1,26-35 ).
“ El Niño crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con El... y les estaba sujeto, y su madre conservaba todo esto en su corazón. Jesús crecía en sabiduría y edad y gracia ante Dios y ante los hombres “. San Lucas ( 2,39-40-51-52 ).
Iniciada su vida pública, Jesús entró en la sinagoga y leyó las Escrituras. Le dieron el rollo de Isaías, lo abrió y leyó: “ El espíritu del Señor está sobre mí porque me ha consagrado para llevar a los pobres la buena noticia de la salvación; me ha enviado la libertad de los presos y a dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un año en que el Señor perdonará a su pueblo” Is.61,1-2)
Jesús dijo: “ Esta profecía se ha cumplido hoy mismo en vuestra presencia”. Proclama ,implícitamente, que Él era el Mesías. La gente se preguntaba: ¿ No es éste el hijo de José el carpintero? Jesús ante la desconfianza, dice: “ Os aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia casa. La gente se enfureció y lo llevaron a un barranco para despeñarlo, pero Jesús se escabulló y se fue” ( Lc. 4,16-30)
Llegamos a Nazaret,“ la flor de Galilea”. Es el mediodía del martes día dos de septiembre de 1996. La primera impresión, desde la parte alta de la ciudad, por donde entramos, es de que se trata de una ciudad grande, por el espacio que ocupan sus edificaciones situadas en un valle o vaguada y en las laderas de las colinas y montes que la circundan. De entre todas las edificaciones, destaca una: la Basílica de la Anunciación .
El guía nos advierte que la ciudad actual no tiene nada que ver con la de la época de Jesús. La actual cuenta con 80.000 habitantes, judíos, musulmanes y cristianos; la de la época de Jesús era una pequeña aldea de apenas 40 vecinos hebreos. La primera, con gran actividad comercial y turística; la segunda, poblada por humildes agricultores y artesanos. La actual con comercios y tiendas de toda clase de artículos, especialmente para turistas; mercados, iglesias, basílica, sinagogas, mezquitas, colegios, bancos, hoteles, hospederías, talleres, coches de todas las marcas europeas, peregrinos de muchas razas y naciones, comunicada por carretera; casas, no muy altas, con terrazas; algunas, con huerta y jardín que tienen cipreses, palmeras, almendros, higueras y naranjos. La antigua, una pequeña sinagoga con una pequeña escuela, casas de piedras con cuevas en su interior, entorno a un patio común; incomunicada y aislada de las rutas de aquella época; tan insignificante que ni en la Biblia, ni en el Talmud, ni el historiador judío, Flavio Josefa, la mencionan para nada. De las construcciones de entonces, no queda nada visible, pero enterrados en el subsuelo hay abundantes restos arqueológicos: cuevas, silos, cisternas, utensilios, paredes de casas...que permiten conocer como vivían las gentes de entonces .
Almorzamos en un restaurante árabe. La comida, servida por jóvenes árabes, que casi no entienden el español, es la normal de este país: ensaladas y salsas variadas, un poco saladas y picantes; pan sin levadura, pero sabroso: una novedad para nosotros. Pescado, carne y frutas de la tierra; agua embotellada, vino, cerveza, además, del café.
Compartimos mesa con Blanca Alberti, con una religiosa teresiana de Jaén, con la joven aspirante a entrar en un convento y un señor, entrado en años, que venía acompañado de su sobrino. Durante la comida, la conversación fue animada y agradable. Hablamos de nuestras vidas y del porqué de este viaje, amen de otras cosas más vulgares.
Seguidamente, en autocar, nos trasladamos a los santos lugares de Nazaret.
Visitamos, en primer lugar, la iglesia greco ortodoxa de San Rafael que fue construida en 1787. Todo es color en su interior: iconos, frescos de estilo bizantino en bóvedas y paredes, muchas lámparas...Para mí, lo más importante, fue contemplar la fuente que dentro de la iglesia, en su lateral izquierdo, en un agujero de unos dos metros de profundidad, manaba un chorro de abundante y fresca agua. Con mi cámara de vídeo filmo con emoción esta fuente: parece ser que era la única fuente de Nazaret, en la época de Jesús, María y San José . Según la tradición ortodoxa, recogida de los apócrifos, allí se le apareció el Arcángel Gabriel a María cuando iba a la fuente por agua con su cántaro de barro, como harían las mujeres del lugar, como una más. ¿Cuántas veces también Jesús subiría a esta fuente a por agua, igual que harían otros niños de su edad? Tú estás allí, en el mismo lugar que ellos tantas veces, durante tantos años, estuvieron. Tú estás viendo cómo mana abundante y fresca el agua de aquella fuente que tantas veces Ellos vieron y cogieron; el agua que apagó su sed, lavó sus cuerpos y vestidos; sirvió para cocinar, fregar y... Quisiera beber de aquella agua. A la salida, un monje ortodoxo solicita una limosna.
Visitamos, a continuación, la iglesia de San José y la Basílica de la Anunciación. El guía reúne al grupo de peregrinos en el jardín del recinto, que se encuentra vallado, para explicar los datos más significativos. El lugar es hermoso: crecen árboles frondosos de variadas especies, formas y colores; el césped de intenso color verde, bien abonado, regado y segado, contribuye a crear un escenario muy agradable, cómodo y refrescante en un día que es muy caluroso. Pero, lo importante, lo singular, es que aquí, en este lugar, es donde estaba la pequeña ciudad de la época de Jesús y los sagrados lugares donde el ángel del Señor anunció a María que daría a luz al que sería grande y se llamaría Hijo del Altísimo. En una superficie, muy pequeña, de aquel entorno, vivían sus escasos habitantes. En el subsuelo se han descubierto muchas cuevas y restos arqueológicos, pertenecientes a la época judeo - cristiana, bizantina, cruzada...Las excavaciones realizadas sacan, a la luz los restos arqueológicos que permiten descubrir la forma en que vivían, en que trabajaban, cuales eran sus costumbres, como eran sus casas, sus utensilios...
Todo este complejo es propiedad de la Iglesia, administrado por los franciscanos desde hace setecientos años.
GRUTA DE LA SAGRADA FAMILIA
Primero, visitamos la Iglesia de San José o de la Sagrada Familia que fue inaugurada en 1914. Con poca luz, bajamos a la cripta, contemplamos la gruta, cuevas en las paredes, bocas de silos, baptisterio...El guía explica el significado de todo aquello. Pero, lo importante, para mí, es que yo estaba, allí; en el lugar en que San José, después de desposado, trajo a su esposa, María, que tenía, entonces, unos quince años; allí vivieron hasta que San José murió; allí estaría el taller de San José; allí creció Jesús; allí vivió hasta que inició su vida pública, mientras crecía en sabiduría, edad y gracia, ante Dios y ante los hombres, y la gracia de Dios estaba con Él y les estaba sujeto.
¿ Acaso, no era aquello un gran privilegio del que me sentía muy orgulloso y daba, por ello, gracias a Dios?
Los peregrinos escuchamos sentados las explicaciones del guía. Lo importante no eran las cuevas, ni los restos arqueológicos, ni las escaleras...Lo importante era que allí estuvo el hogar de la Sagrada Familia, que la Virgen María realizó allí las tareas del hogar, como cualquiera de sus vecinas; que San José trabajó de carpintero, como un artesano más, y que Jesús aprendió el oficio, imitando a San José, ayudándole y ganándose el pan con el sudor de su frente, como lo harían los niños de su edad de otras familias; todo ello en un clima de amor, comprensión y tolerancia. La Sagrada Familia era una familia como las del lugar, pero a la vez, era mucho más. El ángel Gabriel saludó a la Virgen María, y a ella y nada más que a ella, entre todas las mujeres que en el mundo han sido y serán, dijo:
Llena de gracia,
el Señor es contigo,
has hallado gracia delante de Dios.
Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo que será grande y
llamado Hijo del Altísimo.
El Espíritu Santo vendrá sobre tí y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra .
El ángel dice a María que su hijo Jesús :
Será grande y llamado Hijo del Altísimo.
Su reino no tendrá fin.
Será santo, será llamado Hijo de Dios
Y su madre, la Virgen María, conservaba todo esto en su corazón.
Y yo, pobre y humilde peregrino, fascinado y asombrado, estaba allí, viendo y pisando aquel santo y sagrado lugar, el lugar que ellos pisaron, el lugar que ellos vieron, el lugar donde ellos vivieron, el lugar que fue testigo de aquellos sucesos. Pensaba y meditaba en los acontecimientos que allí tuvieron lugar, acontecimientos que son fundamento de las creencias cristianas. Aquel lugar fue testigo directo de estos hechos. No era un lugar cualquiera. No podía permanecer impasible estando allí y aún me parecía muy pobre mi reacción y sentimiento. Quería vivir aquel momento intensamente. Quería comprender el significado profundo de todo aquello. Esto era lo más importante y trascendente, para mí, en aquel momento.
Un fraile franciscano, que residía en Nazaret desde hace 40 años, explica a los peregrinos los detalles más importantes de la Basílica de la Anunciación. En la parte exterior, protegido por una barandilla de hierro, se abre un amplio espacio en el suelo que permite observar las excavaciones realizadas recientemente en el subsuelo y ver los restos arqueológicos descubiertos. En la parte superior, el suelo se apoya en resistentes columnas de cemento, dejando el subsuelo al aire libre. Esta Basílica es la quinta iglesia que se construye en el lugar donde el ángel Gabriel anunció a la Virgen María que concebiría a un hijo que sería llamado Hijo del Altísimo, Hijo de Dios. La primera iglesia fue construida en la época judeo - cristiana; la segunda, en la bizantina; la tercera, en la de los cruzados; la cuarta, en 1877; la quinta, que es la actual, fue proyectada por el arquitecto milanés, de firme fe y fama mundial, Giovanni Muzio, y construida por los franciscanos entre 1960 y 1969, y consagrada el 23 de marzo de 1969. Toda ella está dedicada a la Virgen María. Es grandiosa, es el edificio más emblemático de la ciudad por sus dimensiones: 67,85 m de largo, 28,60 de ancho y 20 de alto, y por el lugar donde está: aquí se anunció a María su maternidad. Su cúpula octagonal, coronada por una linterna, especie de faro, que orienta a los peregrinos y señala el santo lugar, se ve desde todos los rincones de Nazaret. Consta de dos plantas. La superior de tres amplias naves de cemento sin cubrir, al desnudo, y la inferior donde está la cripta que contiene la gruta donde estuvo la casa de María.
De la parte superior me impresionó la grandiosa cúpula de 57 m de altura y 18 de diámetro que proyecta su luz sobre la cripta e ilumina toda la Basílica. Esta parte está decorada con pinturas de distintos estilos y significados. En el centro destaca, sobre los demás, un grandioso y monumental mosaico que representa a la Iglesia y contiene la inscripción: unam, sanctam, catholicam, apostolicam. Jesús de pie, con los brazos extendidos, parece que quisiera abrazar a toda la humanidad, proteger y salvar a todos los hombres. A la derecha, la Virgen María; a la izquierda, Pedro; abajo, los miembros de la iglesia militante y triunfante; en el ángulo derecho, Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI. De las vidrieras, decoradas con motivos alusivos a la Virgen María, sobresalen sus vivos y variados colores que proyectan su luz sobre el interior de la Basílica, completando el grandioso escenario. En el suelo central, taraceas de mármoles con escudos y leyendas de los títulos que los Concilios dieran a la Virgen María: Inmaculada Concepción, Madre espiritual, Virgen perpetua, Asumpta al cielo, Mediadora y Reina universal, Perfecta en la santidad . ! Cómo yo podría permanecer impasible en aquél lugar !
Bajo la cúpula, un amplio círculo horadado en el suelo, protegido por una barandilla, permite que la luz pase y se pueda contemplar lo más importante de la Basílica: la gruta de la casa de María. Muy próxima a la gruta, bajando a la derecha, está la cripta. En su centro, un altar para celebrar los actos litúrgicos. Alrededor del altar, formando un círculo, casi cerrado, butacas donde los peregrinos se sientan para oír la Santa Misa. En la planta superior, otros peregrinos también asisten al acto sagrado. En este lugar sagrado, los actos religiosos tienen un significado más profundo, más real, más sincero, más emotivo.
Durante la celebración de la Santa Misa, los peregrinos cantamos, dirigidos por una peregrina de Zaragoza:
En primer lugar :
El Señor hizo en mi maravillas, gloria al Señor
Engrandece mi alma al Señor
Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador...
En segundo lugar :
Tomad Virgen pura
Nuestros corazones; no los abandones, jamás, jamás
.. ...contigo en el cielo, colmado de anhelo, qué feliz seré
El fervor religioso crece, el espíritu se eleva muy alto con estas canciones cantadas en este lugar.
Terminada la Santa Misa cantamos:
Salve, Regina
Mater misericordiae, vita dulcedo et spes nostra, salve. Ad te
clamamus exules filii Haevae. Ad te suspiramos gementes et
flentes in hac lacrimarum valle. Eja ergo, advocata nostra, illos
tuos misericordes oculos ad nos converte, et Jesum benedictum
fructum ventris tui, nobis O clemens, o pía, o dulcis Vigo María.
Estas canciones aquí, en este lugar santo, penetran en mi alma como en ningún otro sitio. Experimento algo muy profundo y difícil de explicar. Algo le pasa a mi cuerpo que así se comporta, es como si una corriente lo recorriera de arriba a bajo. Mi espíritu aislado del mundo y del propio cuerpo penetra más en el significado del mensaje de las canciones. Soy un desconocido para mi mismo, y, a veces, mis propios pensamientos y sentimientos me sorprenden. Todo esto es un poco misterioso y no tengo palabras para explicarlo debidamente. No se lo que le pasaría a los otros peregrinos, aunque pienso que algo parecido sería.
En la gruta estuvo la casa de María. Dos escaleras, de pocos peldaños, una a la izquierda y otra, a la derecha, dan acceso a la plataforma donde está el altar. Al fondo, una escalera antigua; en el techo, roca viva y algunos ladrillos; en el centro, la mesa del altar con dos velas, una a cada lado, y una inscripción que dice : VERBUM CARO HIC FACTUM EST ( El Verbo fue hecho aquí carne ) ; a la izquierda, una vieja columna, que según la tradición marca el lugar donde el Ángel Gabriel se apareció a María.
Cuando la Virgen presta su consentimiento, en ese instante se realiza el divino misterio de la encarnación del Verbo en su virginal seno .
Aquí mismo se inicia un proceso que continuará hasta el fin de los siglos. Después de esto, Jesús nacerá, crecerá en edad y sabiduría, predicará su evangelio durante tres años, será juzgado, muerto y sepultado, resucitará al tercer día y subirá a los cielos; los apóstoles predicarán el Evangelio, habrá persecuciones y mártires, santos, peregrinos, cruzados, concilios, papas, obispos, catedrales, misioneros para evangelizar el mundo, cultura occidental cristiana... Hay un antes y un después de Cristo, Tal es la importancia del acontecimiento.
¿ Cuántos peregrinos habrán pasado por este santo lugar ? Sus nombres llenarían muchos libros, quizá bibliotecas. ¿Qué sentirían al contemplarlo?.¿Qué pensarán mis compañeros peregrinos ? ¿ Qué promesas no se habrán hecho aquí ? ¿Cuántas vidas no se habrán transformado después de la visita ? ¿ Cuántas personas murieron por defender y poseer este lugar? ¿ Somos los cristianos consecuentes con este legado?¿Conseguirá la ciencia, algún día, en un hipotético regreso al pasado, reproducir aquellos hechos y vivirlos en la realidad? Aquella gruta, aquellas piedras, mudos testigos de tantos acontecimientos, ¿podrán algún día desvelar sus secretos ?... No lo sé. Sólo sé que me gustaría ser testigo, estar en este lugar.
Por una puerta lateral, salimos al exterior, al atrio de la Basílica. La fachada, dedicada a la Virgen Niña, de quince años de edad, es una fachada pentagonal, grandiosa, como hay pocas igual. Las piedras, labradas geométricamente, duras, resistentes, casi blancas, relucientes al sol, están grabadas con figuras y palabras que narran los sucesos que allí han tenido lugar. Las figuras del Ángel Gabriel, la Virgen María, San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, grabados están. Los nombres: SAN MATTIAEUS, SAN LUCAS, SAN MARCUS, SAN JOANNES y la inscripción: ANGELUS DOMINI, NUNTIAVIT MARIAE, AIT DOMINUS AD SERPENTEM IPSA CONTENERET CAPUT TUUM ET TU INSIDIABERIS CALCANEO EIUS; ECCE VIRGO CONCIPIE ET PARIET FILIUS ET VOCABITUR NOMEM EIUS ENMANUEL; VERBUM CARO FACTUM EST ET HABITAVIT IN NIBIS, también escritos están.
Tres puertas, una de ellas principal; muchas ventanas, en el centro, a la derecha y a la izquierda completan el decorado de la fachada principal.
En el muro del atrio, en colores vivos, llamativos, radiantes como rayos de sol, en cuadros de mosaicos, las Vírgenes, patronas de 17 naciones, cada una representada de modo diferente, singular; todas hermosas y bellas; todas con dulzura maternal, como si nos hablaran del gran mensaje que allí ha tenido lugar, allí están, para admiración de todos los peregrinos que visitan el lugar, para reflexión de todos los que la quieren de verdad. Todo esta dedicado a María en aquel santo y sagrado lugar; todo esta dedicado a nuestra Madre del Cielo que es madre como ninguna otra igual.
Los peregrinos conversan en el atrio en tono alegre y jovial. Unos, los más, hablan de la impresión que la visita en su espíritu dejó grabada, hasta tiempo inmemorial; otros del calor que hace, otros de la sed y de las ganas de beber; otros de mil y una cosas más...: todos con semejante entusiasmo, bastante espiritual. Hay convivencia, fraternidad, comprensión y tolerancia. Si siempre los hombres se comportaran así, me atrevo a pensar que el mundo cambiaría radicalmente, no sería igual.
Dejamos la Basílica, contentos por haber tenido el privilegio de visitarla; pero también tristes porque, probablemente, no volveremos a verla otra vez. Por una calle bastante pendiente, en sus comienzos, menos después, y, finalmente, llana, vamos en busca del autocar. La calle es amplia, quizá la más amplia de la ciudad; tiene dos direcciones separadas por un pretil, no es recta, pues cambia de dirección; está llena de coches, aparcados unos, en movimiento otros. La calle está abarrotada de gente que viene y va , no exenta de peligros por los coches que circulan por el lugar. Peregrinos de lejanas tierras coincidimos en aquel espacio singular: hombres de negocios, comerciantes, gentes de la ciudad. Todos deseosos de llegar a donde van. Aquí conviven musulmanes, judíos y cristianos; aquí hay cristianos ortodoxos, católicos romanos, católicos griegos, maronitas, bautistas y otros de creencia similar. Unos vestidos a la europea van, otros, a lo árabe con chilaba y turbante ocultando su piel morena; estos vestidos de una manera, aquellos, de otra, según su origen y nación. En la calle, se transita con mucha dificultad. Si te paras un momento en un escaparate, entras en una tienda a ver o a comprar, puedes perder el grupo con mucha facilidad. La calle está llena de tiendas, de bazares... Los dueños amablemente te invitan a entrar para que compres sus mercancía: vestidos, maletas, bolsos, zapatos, bisutería, regalos, objetos religiosos, recuerdos de la tierra... Empiezas a comprender el ritual de la venta que estas gentes practican con gran maestría y eficacia, de modo muy diferente a como se hace en Europa.
Llevamos el sombrero del peregrino puesto en nuestras cabezas para evitar el sol que cae sin cesar, y para localizar al grupo en caso de despiste o pérdida de algún peregrino rezagado por mirar o comprar. El guía tiene un altavoz muy particular; dice que lo compró en tierras lejanas, al otro lado del Océano Atlántico, en tierras de América del Norte, en la ciudad de New York. Emite un sonido inconfundible: ta, tara ta ta, ta ta ta tá tata ta... Así nos localizamos y nos encontramos más fácilmente. Gran invento para el caso que nos ocupa. Finalmente, llegamos al autocar. Funciona el aire acondicionado, la temperatura, en la calle, es muy elevada, bochornosa, sofocante. Dentro, agradable y deliciosa. El guía es un guía muy responsable. Cuenta a los peregrinos por si alguno se ha despistado. Falta uno, es Blanca Alberti, la misma que en Tel Aviv se ha retrasado. El autocar no puede salir: tiene que esperar a Blanca, la solitaria y retrasada. Baja el guía en su busca. Los peregrinos empiezan a sentirse molestos: es la segunda vez en el día que la mujer solitaria se retrasa y esto molesta, y esto incomoda a los peregrinos en el coche sentados. Se nota en sus gestos y en sus veladas opiniones, controladas, matizadas, porque la peregrinación también es ascética, según el guía demandaba. Cuando pasan diez minutos, sube al coche Blanca, acompañada del guía que estaba contento por haber encontrado a la rezagada. Parece que no tenia dinero y había ido al banco a sacarlo; pero el banco no abría hasta las cuatro y media pasadas. Si lo hubiera dicho, los peregrinos mejor lo hubieran comprendido, disculpado y aceptado; pero Blanca iba por libre, no comunicaba, se aislaba. Finalmente, el autobús se pone en marcha, marcha lenta y cansada: la calle está llena de gente, coches, camiones que impiden, obstaculizan la avanzada. Vemos, por última vez, desde el autobús, la cúpula de la Basílica. Nos dirigimos a Caná de Galilea. Adiós Nazaret, Adiós Basílica sagrada, Adiós tierra de María, de Jesús y de José ...¿Volveré otra vez a visitar esta tierra santa y martirizada?
Por la carretera que conduce a Caná de Galilea, rueda el autobús decidido. Velocidad constante y firme. El conductor conoce bien el camino; otros muchos peregrinos por él ha conducido. El sol empieza a declinar un poco en el horizonte: es media tarde. El peregrino, desde el autobús, contempla el paisaje: árboles de color gris, verde esmeralda, casi azul; casas en los cerros y en las lomas, tierras poco fértiles resecas por el sol. Las casas parecen bonitas, funcionales, de moderno diseño; parecen chales de fin de semana: son las casas de los asentamientos judíos. La carretera tiene curvas, el terreno no es llano, más bien montañoso, tampoco es ancha ni estrecha: es para aquel lugar normal. De frente, a lo lejos, recostada en la ladera de una colina, una aldea, una cúpula roja, una iglesia con dos torres gemelas destacando de las demás: es Caná de Galilea, donde nos dirigimos los peregrinos.
miércoles, 30 de enero de 2008
lunes, 28 de enero de 2008
Llanura de Sarón, Monte Carmelo y Haifa
LA LLANURA DE SARÓN
Salimos de Tel Aviv, siempre en autocar, por la carretera que conduce a Haifa. A nuestra izquierda, el Mar Mediterráneo; las playas de finas arenas ocres, las olas de blanca espuma, avanzando hasta consumirse, definitivamente, en la costa. A la derecha, la gran llanura de Sarón que se extiende desde el monte Carmelo hasta Gaza y desde el Mediterráneo a los montes de Samaría: 100 km. de largo, por 10 a 30 de ancho , según en que tramo. En el autocar reina la alegría y el buen humor entre los peregrinos, siempre atentos al paisaje o a las explicaciones del guía. Cuando el guía se toma un descanso, el conductor conecta la megafonía del autocar y nos obsequia y deleita con canciones hebreas. No entiendo su letra; pero la música me resulta familiar y su armónica melodía me eleva el espíritu y me evoca algo enigmático y misterioso que no logro entender.
Aquí vemos pueblos. Allí, granjas. Más allá, casas de campo en la llanura. Es una región densamente poblada. Las tierras de cultivo, unas bien labradas, otras cubiertas de feraces viñedos, verdes praderas, extensas plataneras, olivares, palmeras, algodón, naranjos, limoneros e invernaderos cubiertos de plásticos, reflejando el sol como un espejo de cristal, llenan la extensa llanura. Regadío por aspersión, como si fuera fina lluvia, con aguas subterráneas, afloradas por procedimientos técnicos modernos, humedecen la tierra y la ponen en sazón. Las lluvias vienen del Mediterráneo. El clima es cálido. Todo contribuye a que esta región sea muy fértil: un autentico vergel. Comprendo las sucesivas luchas que los distintos pueblos que habitaron esta llanura sostuvieron por conquistarla o defenderla.
La circulación de coches por esta vía es intensa. Un tren de mercancías pasa muy cercano a la carretera con su característico ruido metálico. El calor arrecia en el exterior, pero el autocar lleva aire acondicionado que mantiene una temperatura agradable. Desde mi atalaya, asiento del autocar, contemplo el panorama. Me siento bien, cómodo, tranquilo, alegre, feliz. Charlo con mi hermano Amadeo que ocupa el asiento contiguo, intercambiamos opiniones sobre el paisaje que observamos y sobre el viaje que realizamos. Lejos quedan las preocupaciones de la vida ordinaria. Me parece que estoy realizando algo importante en mi vida y lo vivo con íntimo orgullo.
La Biblia dice que estas tierras son las de Canaán, habitadas, en aquellos tiempos, por los filisteos. Por su posesión lucharon en continuas guerras los filisteos y los israelitas; por ellas luchó Sansón, el que tenia su arrolladora fuerza en los cabellos; por ellas luchó Saúl, por ellas luchó el rey David , que tocaba el arpa y escribió los Salmos; por ellas lucharon los romanos, los cruzados y los musulmanes. Aquí comerciaron los fenicios, residieron los procuradores romanos, y los judíos,que, en los años 66-70 d,J.C, se rebelaron por primera vez contra Roma que los tenía sometidos.
Las ciudades, los pueblos, animales, plantas, caminos, monumentos, como el humo y el viento, desaparecieron y fueron sustituidos por otros en ese eterno acabar para volver a empezar. El tiempo transcurre veloz y deja huellas irreversibles. Todo lo que nace perece, es la ley inmutable de la vida; pero hay algo que dura más, algo que es más resistente al paso del tiempo: es el escenario en que se desarrollaron los acontecimientos. La llanura, el mar, las montañas que contemplo desde mi asiento del autocar,¿ acaso no son los mismos que contemplaron Sansón, Saúl, David, Herodes el Grande, San Pedro y tantos y tantos guerreros y peregrinos que transitaron por aquí?.¿ Acaso no es posible que yo mismo haya puesto mi pie en el mismo lugar que ellos?.
Veo muchas casas en la cumbre de un monte. No había visto cosa igual. Pensé que seria una urbanización al estilo de las que abundan en España; ¡pero qué raro¡, también había casas de muchos pisos, torres altas que sobresalían en el horizonte como si fueran gigantes. Casas adosadas no parece que fueran: algunos estaban escalonados en la ladera del monte. Concentré mi atención en el panorama que se me ofrecía. El autocar se acercaba cada vez más y yo no comprendía muy bien lo que estaba viendo. Mi curiosidad era grande. Tenia que salir de la duda . Pregunto al guía: ¿ Qué es aquello que hay en la montaña ?. Monte Carmelo, contesta. En la Biblia los montes tienen mucha importancia. Dios se va manifestando en ciertos lugares que adquieren un sentido casi sagrado, también, estratégico, de defensa: Sinaí, Sión, Tabor, Monte Carmelo.
En la llanura, la franja de tierra es muy codiciada, y, por tanto, todos los que por aquí pasaban tenían que ir conquistándola y defendiéndola desde lugares estratégicos. Uno de estos lugares es Monte Camelo.
Entramos en una urbanización señorial: calles bien asfaltadas, parcelas separadas por muros de piedra muy resistente, praderas, flores, setos , árboles de especies diversas en su interior, además de las viviendas, se ofrecen a nuestra curiosa mirada. No encuentro diferencia con urbanizaciones de los entornos de Madrid. Voy de sorpresa en sorpresa. No esperaba ver esto aquí. ¡Cuánto se aprende recorriendo el mundo, experimentando por ti mismo, de primera mano!.
Monte Carmelo es una cordillera que va desde el Mar Mediterráneo hasta la llanura de Esdrelón, 25 km. de largo, 6 de ancho y 552 m de altura máxima. Separa las llanuras de Sarón y Esdrelón. En este lugar abundan las cuevas naturales; en una tuvo su estancia el profeta Elías que dio fama a este monte. Aquí había otras religiones, además de la de Yavé. El dios Baal tenia muchos adeptos, así que, cuando el profeta Elías se establece en este monte, encuentra gran oposición de los sacerdotes de Baal. Elías se enfrenta a ellos y le presenta un desafío. Esto hay que clarificarlo. Vamos a ver cual es el dios verdadero. Pongamos una prueba. Levantemos un altar de sacrificio, pongamos un altar de leña, invoquemos a dios, y, el que haga bajar el fuego por si mismo, será el dios verdadero. Aceptaron. Los profetas de Baal ponen el montón de leña en el altar, invocan a su dios; pero el fuego no bajó del cielo. El profeta Elías hace la misma operación. Pone leña, invoca a Yavé, y Yavé envía el fuego. Ante este hecho, los sacerdotes del dios Baal fueron pasados a cuchillo y, el profeta Elías, quedó como el profeta del Dios verdadero.
“Estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Baal, respóndenos. Pero no había voz ni quien respondiese, mientras estaban ellos saltando entorno del altar.....Ellos daban voces y más voces y se sajaban con cuchillos y lancetas, según su costumbre, hasta chorrear sangre sobre ellos....pero no hubo voz ni quien escuchase ni respondiese.....y tomando Elías doce piedras, según el número de las tribus de los hijos de Jacob... alzó con ellas un altar al nombre de Yavé... Elías dijo: Yavé, Dios de Abrahan, de Isaac y de Israel; que se sepa hoy que tú eres Dios de Israel y que yo soy tu siervo, que todo esto hago por mandato tuyo. Respóndeme, Yavé; respóndeme para que todo este pueblo conozca que tú , ¡ oh Yavé ¡ eres Dios y que tú conviertes a ti su corazón. Bajó, entonces, fuego de Yavé, que consumió el holocausto y la leña, las piedras y el polvo, y aún lamió las aguas que había en la zanja. Viendo esto, el pueblo, cayeron todos sobre sus rostros y dijeron ¡ Yavé es Dios, Yavé es Dios “¡.1 Reyes ( 18,26-39).
Elías, en el monte Carmelo, establece una escuela de profetas, un lugar de oración y recogimiento que va preparando hombres más dedicados al Señor. Después de los cruzados llegó Simón Stok y otros compañeros. Aquí residen y tienen su lugar de encuentro. Aquí nace la orden de los carmelitas que, aunque no tienen un único fundador, todos vienen de las raíces del profeta Elías. Aquí es un lugar de peregrinación de la patrona de los marineros, la Virgen del Carmen ( 3 ).
El autocar para ante un edificio que parece importante. Es la Basílica de Stella Maris del Monte Carmelo. En la entrada hay un rótulo que dice: Basílica Mariae Virginies de Monte Carmelo. Se inauguró en 1836. La atienden los carmelitas. La cúpula está decorada con escenas alusivas a Elías, David, Daniel, Ezequiel, Sagrada Familia y santos carmelitas. En las vidrieras hay episodios de la vida del profeta Elías. Debajo del altar mayor, está la gruta del profeta. Dos columnas, en la entrada, parecen sostener la roca de la cueva, ennegrecida por el humo de las velas que arden en el altar. Observo todo esto con mucha atención. Aquí vivió el profeta Elías. Yo estoy en el mismo lugar, viendo su cueva. Imagino los pensamientos, emociones, sentimientos, vivencias, oraciones, revelaciones que el profeta tuvo aquí. ¡ Qué hermoso sería conocer las conversaciones, oraciones que tuvo con Dios !. También pienso en los miles de peregrinos que, a lo largo del tiempo, han pasado por aquí. ¡ Si la roca pudiera hablar!. ¡Si pudiera revelar, aunque sólo fuera algo de lo que los peregrinos pensaron, sintieron y prometieron aquí!. Yo siento la emoción de estar aquí y doy gracias a Dios, en lo íntimo de mi corazón, por haberme permitido vivir esta experiencia.
Cantamos: SALVE, MADRE, en la tierra de mis amores, Te saludan los cantos que alza el amor; reina de nuestras almas...Mientras mi vida alentare, todo mi amor para Ti, aunque mi amor te olvidare, ”Madre mía, Tú no Te olvides de mi. Nuevamente, me emociona el canto de esta canción hecho en este lugar y en comunión con los otros peregrinos. También el entorno influye en nuestras emociones, pensamientos y sentimientos y de que manera.
A la salida, en la sacristía de la Basílica, va iniciarse algo que seria como una obsesión de muchos peregrinos durante todo el viaje: comprar y comprar recuerdos y regalos.
El complejo de la Basílica me pareció sólido. Construido con recia piedra. Está bien cuidado y limpio. Hay muchos arbustos, árboles y flores en el exterior. Luce el sol, la temperatura es buena; en la sombra, me siento bien. ¡Qué pronto hay que marcharse!. ¡Qué fugaz es todo en la vida !. También nuestra vida no es mas que un momento, un paréntesis, entre un antes y un después infinito.
Delante de la Basílica, bajando unas cuantas escaleras, se levanta una pequeña pirámide con la inscripción: Ceciderunt fortes in bello. “Cayeron los fuertes en la güera”. Homenaje a los 2000 soldados franceses que al mando de Napoleón Bonaparte resultaron heridos en el asedio de San Juan de Acre en 1799. Hospitalizados en el monasterio, en la retirada de Napoleón, los turcos los mataron.
Fuimos al mirador, que está a unos pasos del santuario, para contemplar, desde allí, el bello paisaje. El panorama es maravilloso. De frente, el Mar Mediterráneo con sus olas de blanca espuma, estrellándose en las playas, y sus azules y verdes aguas se pierden en el horizonte lejano en dirección a España. A la izquierda, la fértil llanura de Sarón ya visitada, y a la derecha, Haifa con sus calles rectas que, al cruzarse, forman figuras geométricas, correctamente diseñadas en cuyo interior están las casas con sus jardines: parece un paraíso visto desde un avión en vuelo.¡ Que vista tan hermosa!. En la bahía, el puerto y los edificios industriales, algunos de muchos pisos. A lo lejos, en el horizonte, se vislumbra San Juan de Acre. A la espalda, Stella Maris y Monte Carmelo. En la ladera, se encuentra el santuario bajai, religión fundada en Persia, en el siglo XIX, que cuenta con dos millones de adeptos en todo el mundo y que en Haifa tiene el centro principal de sus peregrinaciones ( 4 ).
En el mirador nos espera una agradable sorpresa: un hombre fuerte, curtido por el sol y los vientos, de elevada estatura y unos 45 años de edad, con una trompeta que domina perfectamente, en solitario, al darse cuenta que los peregrinos somos españoles interpreta el Himno de España. El suceso llama la atención de todo el grupo. Con emocionada curiosidad le observamos. No podía ser de otra manera. ¿Quién podría esperar que en aquel lugar, tan lejos de España, así de repente, íbamos a escuchar el Himno Nacional ?. Los sonidos de aquella trompeta, ¡cómo resonaban en aquel lugar ¡. ¡Qué efecto tan diferente a cuando lo escucho en España!. Es como una corriente eléctrica que te invade, que te pone los pelos de punta y la carne de gallina, como si algo tuyo muy íntimo y profundo, espontáneamente, se hiciera patente; como si sintieras con orgullo ser quien eres y de donde procedes; estas cosas se viven, se experimentan, cada uno según su historia personal; pero a mi me resulta difícil explicarlas. Mas el suceso no termina aquí, continua. El inesperado músico interpreta otra melodía, también muy nuestra, que penetra en nuestros sorprendidos oídos. En la garganta un nudo, las lágrimas a punto de saltar... son pasodobles de España. ¡Este músico sabe como tocar nuestra fibra sensible, tiene mucha experiencia!. Sabe como ganarse la vida con su oficio.
Por otra parte, si tenemos en cuenta el número de habitantes, hay que decir que Hiafa es la tercera ciudad más importante de Israel. La primera, Tel Aviv, con un millón. La segunda, Jerusalén, con quinientos mil. La tercera, Haifa, con doscientos cincuenta mil. Es una ciudad comunicada por mar, ferrocarril y carretera. Un dicho dice que en Jerusalén se reza, en Tel Aviv se divierte y en Haifa se trabaja. Israel es el país más importante del mundo en refinamiento de diamantes y Haifa uno de los centros importantes ( 5 ).
Según una leyenda pasó por Haifa la Sagrada Familia cuando después de su estancia en Egipto fue a establecerse en Nazaret.
Salimos de Tel Aviv, siempre en autocar, por la carretera que conduce a Haifa. A nuestra izquierda, el Mar Mediterráneo; las playas de finas arenas ocres, las olas de blanca espuma, avanzando hasta consumirse, definitivamente, en la costa. A la derecha, la gran llanura de Sarón que se extiende desde el monte Carmelo hasta Gaza y desde el Mediterráneo a los montes de Samaría: 100 km. de largo, por 10 a 30 de ancho , según en que tramo. En el autocar reina la alegría y el buen humor entre los peregrinos, siempre atentos al paisaje o a las explicaciones del guía. Cuando el guía se toma un descanso, el conductor conecta la megafonía del autocar y nos obsequia y deleita con canciones hebreas. No entiendo su letra; pero la música me resulta familiar y su armónica melodía me eleva el espíritu y me evoca algo enigmático y misterioso que no logro entender.
Aquí vemos pueblos. Allí, granjas. Más allá, casas de campo en la llanura. Es una región densamente poblada. Las tierras de cultivo, unas bien labradas, otras cubiertas de feraces viñedos, verdes praderas, extensas plataneras, olivares, palmeras, algodón, naranjos, limoneros e invernaderos cubiertos de plásticos, reflejando el sol como un espejo de cristal, llenan la extensa llanura. Regadío por aspersión, como si fuera fina lluvia, con aguas subterráneas, afloradas por procedimientos técnicos modernos, humedecen la tierra y la ponen en sazón. Las lluvias vienen del Mediterráneo. El clima es cálido. Todo contribuye a que esta región sea muy fértil: un autentico vergel. Comprendo las sucesivas luchas que los distintos pueblos que habitaron esta llanura sostuvieron por conquistarla o defenderla.
La circulación de coches por esta vía es intensa. Un tren de mercancías pasa muy cercano a la carretera con su característico ruido metálico. El calor arrecia en el exterior, pero el autocar lleva aire acondicionado que mantiene una temperatura agradable. Desde mi atalaya, asiento del autocar, contemplo el panorama. Me siento bien, cómodo, tranquilo, alegre, feliz. Charlo con mi hermano Amadeo que ocupa el asiento contiguo, intercambiamos opiniones sobre el paisaje que observamos y sobre el viaje que realizamos. Lejos quedan las preocupaciones de la vida ordinaria. Me parece que estoy realizando algo importante en mi vida y lo vivo con íntimo orgullo.
La Biblia dice que estas tierras son las de Canaán, habitadas, en aquellos tiempos, por los filisteos. Por su posesión lucharon en continuas guerras los filisteos y los israelitas; por ellas luchó Sansón, el que tenia su arrolladora fuerza en los cabellos; por ellas luchó Saúl, por ellas luchó el rey David , que tocaba el arpa y escribió los Salmos; por ellas lucharon los romanos, los cruzados y los musulmanes. Aquí comerciaron los fenicios, residieron los procuradores romanos, y los judíos,que, en los años 66-70 d,J.C, se rebelaron por primera vez contra Roma que los tenía sometidos.
Las ciudades, los pueblos, animales, plantas, caminos, monumentos, como el humo y el viento, desaparecieron y fueron sustituidos por otros en ese eterno acabar para volver a empezar. El tiempo transcurre veloz y deja huellas irreversibles. Todo lo que nace perece, es la ley inmutable de la vida; pero hay algo que dura más, algo que es más resistente al paso del tiempo: es el escenario en que se desarrollaron los acontecimientos. La llanura, el mar, las montañas que contemplo desde mi asiento del autocar,¿ acaso no son los mismos que contemplaron Sansón, Saúl, David, Herodes el Grande, San Pedro y tantos y tantos guerreros y peregrinos que transitaron por aquí?.¿ Acaso no es posible que yo mismo haya puesto mi pie en el mismo lugar que ellos?.
Veo muchas casas en la cumbre de un monte. No había visto cosa igual. Pensé que seria una urbanización al estilo de las que abundan en España; ¡pero qué raro¡, también había casas de muchos pisos, torres altas que sobresalían en el horizonte como si fueran gigantes. Casas adosadas no parece que fueran: algunos estaban escalonados en la ladera del monte. Concentré mi atención en el panorama que se me ofrecía. El autocar se acercaba cada vez más y yo no comprendía muy bien lo que estaba viendo. Mi curiosidad era grande. Tenia que salir de la duda . Pregunto al guía: ¿ Qué es aquello que hay en la montaña ?. Monte Carmelo, contesta. En la Biblia los montes tienen mucha importancia. Dios se va manifestando en ciertos lugares que adquieren un sentido casi sagrado, también, estratégico, de defensa: Sinaí, Sión, Tabor, Monte Carmelo.
En la llanura, la franja de tierra es muy codiciada, y, por tanto, todos los que por aquí pasaban tenían que ir conquistándola y defendiéndola desde lugares estratégicos. Uno de estos lugares es Monte Camelo.
Entramos en una urbanización señorial: calles bien asfaltadas, parcelas separadas por muros de piedra muy resistente, praderas, flores, setos , árboles de especies diversas en su interior, además de las viviendas, se ofrecen a nuestra curiosa mirada. No encuentro diferencia con urbanizaciones de los entornos de Madrid. Voy de sorpresa en sorpresa. No esperaba ver esto aquí. ¡Cuánto se aprende recorriendo el mundo, experimentando por ti mismo, de primera mano!.
Monte Carmelo es una cordillera que va desde el Mar Mediterráneo hasta la llanura de Esdrelón, 25 km. de largo, 6 de ancho y 552 m de altura máxima. Separa las llanuras de Sarón y Esdrelón. En este lugar abundan las cuevas naturales; en una tuvo su estancia el profeta Elías que dio fama a este monte. Aquí había otras religiones, además de la de Yavé. El dios Baal tenia muchos adeptos, así que, cuando el profeta Elías se establece en este monte, encuentra gran oposición de los sacerdotes de Baal. Elías se enfrenta a ellos y le presenta un desafío. Esto hay que clarificarlo. Vamos a ver cual es el dios verdadero. Pongamos una prueba. Levantemos un altar de sacrificio, pongamos un altar de leña, invoquemos a dios, y, el que haga bajar el fuego por si mismo, será el dios verdadero. Aceptaron. Los profetas de Baal ponen el montón de leña en el altar, invocan a su dios; pero el fuego no bajó del cielo. El profeta Elías hace la misma operación. Pone leña, invoca a Yavé, y Yavé envía el fuego. Ante este hecho, los sacerdotes del dios Baal fueron pasados a cuchillo y, el profeta Elías, quedó como el profeta del Dios verdadero.
“Estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Baal, respóndenos. Pero no había voz ni quien respondiese, mientras estaban ellos saltando entorno del altar.....Ellos daban voces y más voces y se sajaban con cuchillos y lancetas, según su costumbre, hasta chorrear sangre sobre ellos....pero no hubo voz ni quien escuchase ni respondiese.....y tomando Elías doce piedras, según el número de las tribus de los hijos de Jacob... alzó con ellas un altar al nombre de Yavé... Elías dijo: Yavé, Dios de Abrahan, de Isaac y de Israel; que se sepa hoy que tú eres Dios de Israel y que yo soy tu siervo, que todo esto hago por mandato tuyo. Respóndeme, Yavé; respóndeme para que todo este pueblo conozca que tú , ¡ oh Yavé ¡ eres Dios y que tú conviertes a ti su corazón. Bajó, entonces, fuego de Yavé, que consumió el holocausto y la leña, las piedras y el polvo, y aún lamió las aguas que había en la zanja. Viendo esto, el pueblo, cayeron todos sobre sus rostros y dijeron ¡ Yavé es Dios, Yavé es Dios “¡.1 Reyes ( 18,26-39).
Elías, en el monte Carmelo, establece una escuela de profetas, un lugar de oración y recogimiento que va preparando hombres más dedicados al Señor. Después de los cruzados llegó Simón Stok y otros compañeros. Aquí residen y tienen su lugar de encuentro. Aquí nace la orden de los carmelitas que, aunque no tienen un único fundador, todos vienen de las raíces del profeta Elías. Aquí es un lugar de peregrinación de la patrona de los marineros, la Virgen del Carmen ( 3 ).
El autocar para ante un edificio que parece importante. Es la Basílica de Stella Maris del Monte Carmelo. En la entrada hay un rótulo que dice: Basílica Mariae Virginies de Monte Carmelo. Se inauguró en 1836. La atienden los carmelitas. La cúpula está decorada con escenas alusivas a Elías, David, Daniel, Ezequiel, Sagrada Familia y santos carmelitas. En las vidrieras hay episodios de la vida del profeta Elías. Debajo del altar mayor, está la gruta del profeta. Dos columnas, en la entrada, parecen sostener la roca de la cueva, ennegrecida por el humo de las velas que arden en el altar. Observo todo esto con mucha atención. Aquí vivió el profeta Elías. Yo estoy en el mismo lugar, viendo su cueva. Imagino los pensamientos, emociones, sentimientos, vivencias, oraciones, revelaciones que el profeta tuvo aquí. ¡ Qué hermoso sería conocer las conversaciones, oraciones que tuvo con Dios !. También pienso en los miles de peregrinos que, a lo largo del tiempo, han pasado por aquí. ¡ Si la roca pudiera hablar!. ¡Si pudiera revelar, aunque sólo fuera algo de lo que los peregrinos pensaron, sintieron y prometieron aquí!. Yo siento la emoción de estar aquí y doy gracias a Dios, en lo íntimo de mi corazón, por haberme permitido vivir esta experiencia.
Cantamos: SALVE, MADRE, en la tierra de mis amores, Te saludan los cantos que alza el amor; reina de nuestras almas...Mientras mi vida alentare, todo mi amor para Ti, aunque mi amor te olvidare, ”Madre mía, Tú no Te olvides de mi. Nuevamente, me emociona el canto de esta canción hecho en este lugar y en comunión con los otros peregrinos. También el entorno influye en nuestras emociones, pensamientos y sentimientos y de que manera.
A la salida, en la sacristía de la Basílica, va iniciarse algo que seria como una obsesión de muchos peregrinos durante todo el viaje: comprar y comprar recuerdos y regalos.
El complejo de la Basílica me pareció sólido. Construido con recia piedra. Está bien cuidado y limpio. Hay muchos arbustos, árboles y flores en el exterior. Luce el sol, la temperatura es buena; en la sombra, me siento bien. ¡Qué pronto hay que marcharse!. ¡Qué fugaz es todo en la vida !. También nuestra vida no es mas que un momento, un paréntesis, entre un antes y un después infinito.
Delante de la Basílica, bajando unas cuantas escaleras, se levanta una pequeña pirámide con la inscripción: Ceciderunt fortes in bello. “Cayeron los fuertes en la güera”. Homenaje a los 2000 soldados franceses que al mando de Napoleón Bonaparte resultaron heridos en el asedio de San Juan de Acre en 1799. Hospitalizados en el monasterio, en la retirada de Napoleón, los turcos los mataron.
Fuimos al mirador, que está a unos pasos del santuario, para contemplar, desde allí, el bello paisaje. El panorama es maravilloso. De frente, el Mar Mediterráneo con sus olas de blanca espuma, estrellándose en las playas, y sus azules y verdes aguas se pierden en el horizonte lejano en dirección a España. A la izquierda, la fértil llanura de Sarón ya visitada, y a la derecha, Haifa con sus calles rectas que, al cruzarse, forman figuras geométricas, correctamente diseñadas en cuyo interior están las casas con sus jardines: parece un paraíso visto desde un avión en vuelo.¡ Que vista tan hermosa!. En la bahía, el puerto y los edificios industriales, algunos de muchos pisos. A lo lejos, en el horizonte, se vislumbra San Juan de Acre. A la espalda, Stella Maris y Monte Carmelo. En la ladera, se encuentra el santuario bajai, religión fundada en Persia, en el siglo XIX, que cuenta con dos millones de adeptos en todo el mundo y que en Haifa tiene el centro principal de sus peregrinaciones ( 4 ).
En el mirador nos espera una agradable sorpresa: un hombre fuerte, curtido por el sol y los vientos, de elevada estatura y unos 45 años de edad, con una trompeta que domina perfectamente, en solitario, al darse cuenta que los peregrinos somos españoles interpreta el Himno de España. El suceso llama la atención de todo el grupo. Con emocionada curiosidad le observamos. No podía ser de otra manera. ¿Quién podría esperar que en aquel lugar, tan lejos de España, así de repente, íbamos a escuchar el Himno Nacional ?. Los sonidos de aquella trompeta, ¡cómo resonaban en aquel lugar ¡. ¡Qué efecto tan diferente a cuando lo escucho en España!. Es como una corriente eléctrica que te invade, que te pone los pelos de punta y la carne de gallina, como si algo tuyo muy íntimo y profundo, espontáneamente, se hiciera patente; como si sintieras con orgullo ser quien eres y de donde procedes; estas cosas se viven, se experimentan, cada uno según su historia personal; pero a mi me resulta difícil explicarlas. Mas el suceso no termina aquí, continua. El inesperado músico interpreta otra melodía, también muy nuestra, que penetra en nuestros sorprendidos oídos. En la garganta un nudo, las lágrimas a punto de saltar... son pasodobles de España. ¡Este músico sabe como tocar nuestra fibra sensible, tiene mucha experiencia!. Sabe como ganarse la vida con su oficio.
Por otra parte, si tenemos en cuenta el número de habitantes, hay que decir que Hiafa es la tercera ciudad más importante de Israel. La primera, Tel Aviv, con un millón. La segunda, Jerusalén, con quinientos mil. La tercera, Haifa, con doscientos cincuenta mil. Es una ciudad comunicada por mar, ferrocarril y carretera. Un dicho dice que en Jerusalén se reza, en Tel Aviv se divierte y en Haifa se trabaja. Israel es el país más importante del mundo en refinamiento de diamantes y Haifa uno de los centros importantes ( 5 ).
Según una leyenda pasó por Haifa la Sagrada Familia cuando después de su estancia en Egipto fue a establecerse en Nazaret.
jueves, 24 de enero de 2008
DE TEL- AVI A JOPPE
DE TEL- AVIV A JOPPE
Serían eso de las ocho de la mañana, la hora de salida de la peregrinación.. Subimos al autocar: El guía cuenta a los peregrinos, pasa lista, falta uno; no está Blanca Alberti. Transcurridos quince minutos, el guía va al hotel a informarse de lo que pasa. Blanca estaba dormida; dice que no la llamaron por teléfono. Pasaban treinta minutos sobre el horario previsto cuando, Blanca Alberti, aparece por la puerta del hotel. Los peregrinos esperamos con resignación. Pensamos: es la primera vez, le puede pasar a cualquiera. Vamos a iniciar la peregrinación. Pequeña ascética. Lo importante es que no se repita.
Es lunes, día dos de septiembre. El cielo está despejado, el sol es radiante, la temperatura agradable: hace buen día. Para la peregrinación esto es bueno. El guía dice que la peregrinación hay que hacerla en clave de alegría. El espíritu está preparado, bien sensibilizado para vivir la experiencia. Empezamos con una breve oración para pedir a Dios que nos ayude a entrar en su tierra, mejor, a entrar en el mensaje que se realizó en esta geografía, en la geografía de la redención, donde se vivieron los acontecimientos históricos más relevantes del cristianismo. El guía comienza con “El ángel del Señor anunció a María”... Luego dice: ahora vamos a cantar para sentirnos como amigos y hermanos y para ello nada mejor que empezar cantando:
“Juntos como hermanos, miembros de una iglesia,
vamos caminando al encuentro del Señor....
Sorpresa, ¿ qué me pasa? Experimento algo diferente, distinto a otras veces cuando he cantado esta misma canción. Aquí me doy cuenta que tiene un sentido más profundo, más real: parece que la canción tiene vida, que moviliza energías desconocidas para mí. ¿ Qué me está pasando ?¿ Será que intuyo algo de lo que no soy del todo consciente ? ¿ Quizá he entrado en una dimensión espiritual desconocida. Es algo espontáneo, vivencial, que siento, pero que no se explicar del todo. Por la forma de cantar y de rezar de los demás peregrinos, tengo la profunda convicción que ellos también están viviendo la misma experiencia. Parece como si perdieras la individualidad personal para formar otra con todos los demás peregrinos. Había nacido una unidad plural que vibra y se emociona como si fuera una persona singular. Yo, con palabras, no puedo explicar bien esta realidad.
Nos dirigimos a Joppe ( Jafa). Desde el autocar contemplamos las calles y las casas que parecen humildes. Hay poca circulación, quizá porque son las afueras de la ciudad, barrios periféricos de una gran ciudad, distante de España, al otro lado del Mediterráneo, una ciudad muy antigua. Unos dicen que la fundó Jafé, hijo de Noé, 4000 años a. J.C.; otros, que los fenicios, 1600 años a. J. C. La Biblia dice que en el reparto que hizo Josué de las tierras prometidas por Dios al pueblo de Israel, le correspondió a la tribu de Dan; que era el puerto principal de Israel, que por él entraron, en tiempos del rey Salomón, el rey que pidió a Dios sabiduría para gobernar su reino, los cedros que procedían del Líbano y que le mandaba Juram, rey de Tiro, para construir el primer templo. Por aquí entraron también, en tiempos de Zorobabel, los cedros para construir el segundo templo; que desde Joppe, partió el profeta Jonás para Tarsis; que San Pedro resucitó a una mujer creyente llamada Tabita, que quiere decir “ gacela “, rica en buenas obras y limosnas y allí tuvo una visión en que se le reveló la universalidad del Evangelio, que debía ser predicado sin distinción a judíos y gentiles.
Desde el tiempo de los cruzados hasta principios de este siglo, desembarcaban aquí oleadas de peregrinos que venían a Tierra Santa desde todo el mundo cristiano. Por un momento imagino a estos peregrinos de tantas naciones, pobres unos, ricos otros, creyentes en Cristo, todos. Llegaban, después de una travesía difícil, en medios de comunicación pobres, inseguros, incómodos y peligrosos, pero llenos de fe y fervor religioso. ¡Cuánto me gustaría conocer la vida, la historia real de estos peregrinos ¡ Sus promesas, sus creencias, la fuerza que les impulsaba a dejarlo todo para ir allí, aun a costa de sus vidas, con la posibilidad frecuente de no volver a ver la tierra donde nacieron, la tierra que les vio crecer, a sus familias y amigos. La fuerza y esperanza de pisar la tierra de Cristo era tan grande que lo otro importaba menos.
Joppe hoy es un barrio de Tel Aviv de 150.000 habitantes, casi todos judíos.
Visitamos el Barrio de los Artistas de Joppe. Calles estrechas, escalonadas y entrecruzadas, de piedra dura y pulida, fácil, si no se lleva calzado adecuado y mucho cuidado, para resbalar, caerse, sufrir un accidente y arruinar la peregrinación del desdichado afectado. El guía dice que en verano este barrio tiene mucho ambiente; aquí se celebran muchos actos culturales y recreativos. Paseamos por las calles con precaución . Las tiendas y comercios estaban cerrados: era muy temprano. Los rótulos escritos en hebreo y árabe, también alguno en inglés. A estas horas de la mañana penetra, entre las cruzadas calles, el sol; sus rayos se dejan ver como si salieran de espesas nubes en una tarde tormentosa, contrastando las sombras con las luces. Observamos el barrio con atenta curiosidad, mientras avanzamos por sus calles. Aparentemente, todo parecía deshabitado, abandonado, desierto: una ciudad fantasma cuyos habitantes desaparecieran de la faz de la tierra. La soledad también habla y hasta grita. Sólo hace falta estar atentos y sensibles para percibir y entender su profundo mensaje.
Llegamos a un parque de suaves pendientes. Subimos hasta lo más alto. El parque está bien cuidado: césped verde, recién segado, riego por aspersión abundante. El agua cae como si fuese la fina lluvia de mi tierra gallega, dejando en la hierba gotas relucientes al sol cual plateadas perlas; arbustos de distintas especies completan aquel escenario. Es un bonito jardín cuidado por expertos operarios.
En lo alto del parque hay un monumento que evoca varias escenas bíblicas: sacrificio de Isaac, sueño de Jacob… Desde este mirador se contempla un amplio y hermoso panorama. Si miramos hacia la costa, nos encuentras con el Mar Mediterráneo, aquí con sus playas de doradas y finas arenas que se extienden hasta los confines del horizonte. Las olas de blanca espuma, en un constante ir y venir sin término, acarician las arenas de la playa. En tierra firme, destacan las elevadas torres de la ciudad de Tel- Avic que pregonan la modernidad de esta ciudad. ¿ Por qué me sorprende este panorama ? ¿ Quizá pensaba que Israel sería algo semejante a un desierto ? Hace calor. Pero desearía permanecer aquí más tiempo, desearía obedecer a la llamada de las olas para refrescarme en sus cálidas aguas. En esta ocasión no es posible: el tiempo pasa, el programa es denso, hay que continuar. De frente tenemos la iglesia de San Pedro. Bajamos del mirador por senderos bien trazados, con intención de visitar la iglesia. Un joven de color negro nos abre la puerta y nos saluda con una sonrisa . ¿ Qué tendría el alma de este joven para que su sonrisa transmita un mensaje espiritual que penetra mucho más que el mejor de los sermones, o en que estado espiritual me encuentro yo para percibir, en esta mirada, como un mensaje de paz, bondad y felicidad espiritual indescriptible. Intuitivamente siento simpatía, aprecio, misterio, comunión, identificación con aquel ser humano que veo por primera vez.
La iglesia no tiene nada especial, si no fuera porque allí se sitúa el lugar en que San Pedro resucitó a Tabita, y allí la Iglesia se abre, por primera vez, al paganismo, verificándose el pentecostés de los gentiles. Entre San Pedro y San Pablo había diferencias doctrinales en un punto importante. Pedro decía que si un pagano quería hacerse cristiano, primero tenia que hacerse judío, Pablo decía que no era necesario, que si un pagano quiere hacerse cristiano, pasa directamente, sin más . Esto era algo fuerte. Nosotros, peregrinos, venimos de la gentilidad y entramos, si no fuera así, primero tendríamos que hacernos judíos.
Dentro de la iglesia, sentados en bancos de madera, mirando al altar en el que destaca una corona de la que salen rayos luminosos, una peregrina lee los pasajes bíblicos que relatan los acontecimientos acaecidos en este lugar.
“Había en Joppe una discípula llamada Tabita que quiere decir gacela. Era rica en buenas obras y en limosnas. Sucedió, pues, en aquellos días que enfermando murió, y, lavada la colocaron en el piso alto de la casa, y, sabiendo los discípulos que se hallaba allí Pedro le enviaron dos hombres con este ruego. No tardes en venir a nosotros. Se levantó Pedro, se fue con ellos... Pedro los hizo salir a fuera a todos, y puesto de rodillas, oro, luego vuelto al cadáver, dijo : Tabita, levántate. Abrió los ojos y viendo a Pedro, se levantó. Enseguida le dio la mano y la levantó y llamando a los santos y viudas se la presentó. Hechos ( 9,36-43 )”.
“Pedro sintió hambre y deseo de comer; y mientras preparaba la comida le sobrevino un éxtasis. Vio el cielo abierto y que bajaba algo como un mantel grande, sostenido por las cuatro puntas, y que descendía sobre la tierra. En él había todo género de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo. Oyó una voz que decía: levántate Pedro; mata y come. Dijo Pedro. De ninguna manera, Señor, que jamás he comido cosa alguna manchada e impura. De nuevo dijo la voz: lo que Dios ha purificado no lo llames impuro.... tomando entonces la palabra dijo: Ahora reconozco que no hay en Dios acepción de personas, sino que en toda nación el que teme a Dios y practica la justicia le es acepto . Hechos ( 10,10-35 )” .
Serían eso de las ocho de la mañana, la hora de salida de la peregrinación.. Subimos al autocar: El guía cuenta a los peregrinos, pasa lista, falta uno; no está Blanca Alberti. Transcurridos quince minutos, el guía va al hotel a informarse de lo que pasa. Blanca estaba dormida; dice que no la llamaron por teléfono. Pasaban treinta minutos sobre el horario previsto cuando, Blanca Alberti, aparece por la puerta del hotel. Los peregrinos esperamos con resignación. Pensamos: es la primera vez, le puede pasar a cualquiera. Vamos a iniciar la peregrinación. Pequeña ascética. Lo importante es que no se repita.
Es lunes, día dos de septiembre. El cielo está despejado, el sol es radiante, la temperatura agradable: hace buen día. Para la peregrinación esto es bueno. El guía dice que la peregrinación hay que hacerla en clave de alegría. El espíritu está preparado, bien sensibilizado para vivir la experiencia. Empezamos con una breve oración para pedir a Dios que nos ayude a entrar en su tierra, mejor, a entrar en el mensaje que se realizó en esta geografía, en la geografía de la redención, donde se vivieron los acontecimientos históricos más relevantes del cristianismo. El guía comienza con “El ángel del Señor anunció a María”... Luego dice: ahora vamos a cantar para sentirnos como amigos y hermanos y para ello nada mejor que empezar cantando:
“Juntos como hermanos, miembros de una iglesia,
vamos caminando al encuentro del Señor....
Sorpresa, ¿ qué me pasa? Experimento algo diferente, distinto a otras veces cuando he cantado esta misma canción. Aquí me doy cuenta que tiene un sentido más profundo, más real: parece que la canción tiene vida, que moviliza energías desconocidas para mí. ¿ Qué me está pasando ?¿ Será que intuyo algo de lo que no soy del todo consciente ? ¿ Quizá he entrado en una dimensión espiritual desconocida. Es algo espontáneo, vivencial, que siento, pero que no se explicar del todo. Por la forma de cantar y de rezar de los demás peregrinos, tengo la profunda convicción que ellos también están viviendo la misma experiencia. Parece como si perdieras la individualidad personal para formar otra con todos los demás peregrinos. Había nacido una unidad plural que vibra y se emociona como si fuera una persona singular. Yo, con palabras, no puedo explicar bien esta realidad.
Nos dirigimos a Joppe ( Jafa). Desde el autocar contemplamos las calles y las casas que parecen humildes. Hay poca circulación, quizá porque son las afueras de la ciudad, barrios periféricos de una gran ciudad, distante de España, al otro lado del Mediterráneo, una ciudad muy antigua. Unos dicen que la fundó Jafé, hijo de Noé, 4000 años a. J.C.; otros, que los fenicios, 1600 años a. J. C. La Biblia dice que en el reparto que hizo Josué de las tierras prometidas por Dios al pueblo de Israel, le correspondió a la tribu de Dan; que era el puerto principal de Israel, que por él entraron, en tiempos del rey Salomón, el rey que pidió a Dios sabiduría para gobernar su reino, los cedros que procedían del Líbano y que le mandaba Juram, rey de Tiro, para construir el primer templo. Por aquí entraron también, en tiempos de Zorobabel, los cedros para construir el segundo templo; que desde Joppe, partió el profeta Jonás para Tarsis; que San Pedro resucitó a una mujer creyente llamada Tabita, que quiere decir “ gacela “, rica en buenas obras y limosnas y allí tuvo una visión en que se le reveló la universalidad del Evangelio, que debía ser predicado sin distinción a judíos y gentiles.
Desde el tiempo de los cruzados hasta principios de este siglo, desembarcaban aquí oleadas de peregrinos que venían a Tierra Santa desde todo el mundo cristiano. Por un momento imagino a estos peregrinos de tantas naciones, pobres unos, ricos otros, creyentes en Cristo, todos. Llegaban, después de una travesía difícil, en medios de comunicación pobres, inseguros, incómodos y peligrosos, pero llenos de fe y fervor religioso. ¡Cuánto me gustaría conocer la vida, la historia real de estos peregrinos ¡ Sus promesas, sus creencias, la fuerza que les impulsaba a dejarlo todo para ir allí, aun a costa de sus vidas, con la posibilidad frecuente de no volver a ver la tierra donde nacieron, la tierra que les vio crecer, a sus familias y amigos. La fuerza y esperanza de pisar la tierra de Cristo era tan grande que lo otro importaba menos.
Joppe hoy es un barrio de Tel Aviv de 150.000 habitantes, casi todos judíos.
Visitamos el Barrio de los Artistas de Joppe. Calles estrechas, escalonadas y entrecruzadas, de piedra dura y pulida, fácil, si no se lleva calzado adecuado y mucho cuidado, para resbalar, caerse, sufrir un accidente y arruinar la peregrinación del desdichado afectado. El guía dice que en verano este barrio tiene mucho ambiente; aquí se celebran muchos actos culturales y recreativos. Paseamos por las calles con precaución . Las tiendas y comercios estaban cerrados: era muy temprano. Los rótulos escritos en hebreo y árabe, también alguno en inglés. A estas horas de la mañana penetra, entre las cruzadas calles, el sol; sus rayos se dejan ver como si salieran de espesas nubes en una tarde tormentosa, contrastando las sombras con las luces. Observamos el barrio con atenta curiosidad, mientras avanzamos por sus calles. Aparentemente, todo parecía deshabitado, abandonado, desierto: una ciudad fantasma cuyos habitantes desaparecieran de la faz de la tierra. La soledad también habla y hasta grita. Sólo hace falta estar atentos y sensibles para percibir y entender su profundo mensaje.
Llegamos a un parque de suaves pendientes. Subimos hasta lo más alto. El parque está bien cuidado: césped verde, recién segado, riego por aspersión abundante. El agua cae como si fuese la fina lluvia de mi tierra gallega, dejando en la hierba gotas relucientes al sol cual plateadas perlas; arbustos de distintas especies completan aquel escenario. Es un bonito jardín cuidado por expertos operarios.
En lo alto del parque hay un monumento que evoca varias escenas bíblicas: sacrificio de Isaac, sueño de Jacob… Desde este mirador se contempla un amplio y hermoso panorama. Si miramos hacia la costa, nos encuentras con el Mar Mediterráneo, aquí con sus playas de doradas y finas arenas que se extienden hasta los confines del horizonte. Las olas de blanca espuma, en un constante ir y venir sin término, acarician las arenas de la playa. En tierra firme, destacan las elevadas torres de la ciudad de Tel- Avic que pregonan la modernidad de esta ciudad. ¿ Por qué me sorprende este panorama ? ¿ Quizá pensaba que Israel sería algo semejante a un desierto ? Hace calor. Pero desearía permanecer aquí más tiempo, desearía obedecer a la llamada de las olas para refrescarme en sus cálidas aguas. En esta ocasión no es posible: el tiempo pasa, el programa es denso, hay que continuar. De frente tenemos la iglesia de San Pedro. Bajamos del mirador por senderos bien trazados, con intención de visitar la iglesia. Un joven de color negro nos abre la puerta y nos saluda con una sonrisa . ¿ Qué tendría el alma de este joven para que su sonrisa transmita un mensaje espiritual que penetra mucho más que el mejor de los sermones, o en que estado espiritual me encuentro yo para percibir, en esta mirada, como un mensaje de paz, bondad y felicidad espiritual indescriptible. Intuitivamente siento simpatía, aprecio, misterio, comunión, identificación con aquel ser humano que veo por primera vez.
La iglesia no tiene nada especial, si no fuera porque allí se sitúa el lugar en que San Pedro resucitó a Tabita, y allí la Iglesia se abre, por primera vez, al paganismo, verificándose el pentecostés de los gentiles. Entre San Pedro y San Pablo había diferencias doctrinales en un punto importante. Pedro decía que si un pagano quería hacerse cristiano, primero tenia que hacerse judío, Pablo decía que no era necesario, que si un pagano quiere hacerse cristiano, pasa directamente, sin más . Esto era algo fuerte. Nosotros, peregrinos, venimos de la gentilidad y entramos, si no fuera así, primero tendríamos que hacernos judíos.
Dentro de la iglesia, sentados en bancos de madera, mirando al altar en el que destaca una corona de la que salen rayos luminosos, una peregrina lee los pasajes bíblicos que relatan los acontecimientos acaecidos en este lugar.
“Había en Joppe una discípula llamada Tabita que quiere decir gacela. Era rica en buenas obras y en limosnas. Sucedió, pues, en aquellos días que enfermando murió, y, lavada la colocaron en el piso alto de la casa, y, sabiendo los discípulos que se hallaba allí Pedro le enviaron dos hombres con este ruego. No tardes en venir a nosotros. Se levantó Pedro, se fue con ellos... Pedro los hizo salir a fuera a todos, y puesto de rodillas, oro, luego vuelto al cadáver, dijo : Tabita, levántate. Abrió los ojos y viendo a Pedro, se levantó. Enseguida le dio la mano y la levantó y llamando a los santos y viudas se la presentó. Hechos ( 9,36-43 )”.
“Pedro sintió hambre y deseo de comer; y mientras preparaba la comida le sobrevino un éxtasis. Vio el cielo abierto y que bajaba algo como un mantel grande, sostenido por las cuatro puntas, y que descendía sobre la tierra. En él había todo género de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo. Oyó una voz que decía: levántate Pedro; mata y come. Dijo Pedro. De ninguna manera, Señor, que jamás he comido cosa alguna manchada e impura. De nuevo dijo la voz: lo que Dios ha purificado no lo llames impuro.... tomando entonces la palabra dijo: Ahora reconozco que no hay en Dios acepción de personas, sino que en toda nación el que teme a Dios y practica la justicia le es acepto . Hechos ( 10,10-35 )” .
miércoles, 23 de enero de 2008
Tierra Santa
Voy a escribir, en este blog, sobre las impresiones que me produjo el viaje que hicimos: Laura, Amadeo y yo a Tierra Santa, del uno al ocho de septiembre de 1996.
VIAJE A TIERRA SANTA, TIERRA DE JESÚS, PALESTINA O ISRAEL
MOTIVOS
La Historia de Israel es muy antigua y fecunda en acontecimientos que despiertan el interés de mucha gente, especialmente de los cristianos. A mí, siempre me ha interesado por los motivos que expondré más adelante.
Las fechas que voy a indicar han de considerarse sólo como una aproximación a las reales.
1850 a.C. Abrahán llega a la tierra de Canaan procedente de Ur en Mesopotamia. El es el origen del pueblo hebreo.
1300 a.C. Jacob emigra a Egipto a causa del hambre. Los israelitas son esclavos de los egipcios.
1250 a.C. Moisés libera a los israelitas, pasa el Mar Rojo, durante 40 años, recorre el desierto y, finalmente, muere en el monte Nebo a la vista de la tierra prometida.
1200 a.C. Josué conquista la tierra de Canaan.
100 a. C. David conquista Jerusalén.
950 a. C. Salomón construye el primer Templo.
750 a. C. El rey de Asiria, Sargón II, conquista Israel y deporta a los judíos.
587 a. C. Nabucodonosor, rey de Babilonia, conquista Jerusalén, destruye el Templo y lleva cautivos a los judíos a Babilonia.
530 a.C. Ciro, rey de los persas, después de conquistar Babilonia, autoriza a los judíos a volver a Jerusalén y reconstruir el Templo, la ciudad y las murallas.
332 a. C. Alejandro Magno, rey de Macedonia, conquista Israel.
323 a. C. Tolomeo, rey de Egipto, conquista Israel.
196 a. C. Siria se apodera de Israel. Termina la dominación egipcia.
63 a. C. Pompeyo conquista Israel. Herodes el Grande, bajo el poder de Roma, reina en Israel hasta el año 4 a.C.
7 a 6 a. C. Nace Jesús de Nazaret
26 d. C. Poncio Pilato, procurador de Roma, gobierna Israel.
28 d. C. Jesús de Nazaret inicia su vida pública.
66 d. C. Primera rebelión de los judíos.
70 d. C. Tito sitia Jerusalén, arrasa el Templo y dispersa a los judíos.
132 d, C. Los judíos se rebelan por segunda vez.
134 d. C. Adriano conquista Jerusalén, la destruye y, en su lugar, construye la ciudad romana “ Aelia Capitolina”.
326 d. C. La madre del emperador Constantino, Santa Elena, visita Israel, naciendo la devoción a los Santos Lugares.
395 d. C. Empieza la época bizantina. Se construyen numerosos santuarios, monasterios y basílicas. Los Santos Lugares viven una época de gran esplendor,
614 d. C. Cosroes II, rey de Persia, conquista Tierra Santa y destruye monasterios, basílicas y santuarios.
628 d. C. Heraclio, emperador de Bizancio, recupera Tierra Santa.
638 d. C. El califa Omar conquista Tierra Santa.
1099 d. C. Los cruzados conquistan Jerusalén y sobre las ruinas bizantinas construyen basílica, iglesias y santuarios. Nueva época de esplendor de los Santos Lugares.
1187. d. C. El musulmán Saladino derrota a los cruzados y conquista Jerusalén.
1260.d C. Los mamelucos conquistan Jerusalén y reinan durante tres siglos.
1517 d. C. Las tropas turco- otomanas mandadas por Solimán conquistan Israel. Se construyen las actuales murallas de Jerusalén.
1917 d. C. Los británicos conquistan Jerusalén.
1920 d. C. Los británicos mandan en Palestina.
1939. d. C. Segunda Guerra Mundial y holocausto del pueblo judío.
1948 d .C. Israel se proclama estado independiente.
1967 d. C. Estalla la guerra de los “Seis días”. Israel conquista el Sinaí, Cisjordania, toda Jerusalén, la franja de Gaza y los Altos del Golán.
1987. d . C. Estalla la “ Intifada”.
1991.d . c. Conferencia de Paz de Madrid.
1993.d. C. En la Casa Blanca se firma la Paz entre Simón Peres y Yaser Arafat y se establece la autonomía provisional de Gaza y Jericó, la OLP y el Gobierno de Israel se reconocen mutuamente.
(1)
Hoy todavía continúan los enfrentamientos. ¿Algún día llegara la paz a esta tierra atormentada?
Una historia como esta , a mí, no podía dejarme indiferente. Pero esto no es todo. Los textos de religión e historia contienen referencias continuas a Israel. La Biblia, tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento, citan a Israel constantemente.Todas las Iglesias, en sus actividades propias, se refieren a Israel. Prensa, radio y televisión diariamente dan noticias sobre Israel. Películas y reportajes sobre Israel no faltan.
Por su situación geográfica, Israel es paso obligado entre Asia y Africa. Esto explica las invasiones y guerras de los distintos pueblos por su dominio y posesión.
A mi me gusta viajar. Me gusta admirar el paisaje, los monumentos, los lugares donde se desarrollaron grandes acontecimientos históricos; conocer gentes de otras culturas. Mi viaje a Israel prometía satisfacer estas aspiraciones.
En Israel , están las raíces de la religión cristiana que profeso. Allí nacieron y vivieron: Abraham, Moisés, Josué, David, Salomón, Sansón y tantos hombres y mujeres bíblicos cargados de historia y de misterio.
Pero, en Israel, sobre todo, nació Cristo. En Israel vivió, predicó su Evangelio, hizo milagros, fue aclamado, torturado, escarnecido, condenado a muerte y crucificado. En Israel, finalmente, resucitó; y esto, para mí que soy cristiano, que considero a Cristo como el modelo a seguir: “ Yo soy el comino, la verdad y la vida”, visitar y recorrer las tierras que Él recorrió; las tierras donde se localizan los acontecimientos que Él protagonizó, me fascinaba, me atraía, me resultaba tan sugestivo que sentía una necesidad imperiosa de ir allí. Además, esperaba que la realidad superase con mucho a cualquier sustituto: narración, fotografía, vídeo, película.... Estaba seguro que al contemplar los lugares que Él contempló, recorrer los caminos que Él recorrió, estaría en mejor condiciones para comprender los pensamientos, sentimientos y emociones que Él experimentó.
La tierra que tantos millones de cruzados, de peregrinos de tantas naciones del planeta, a lo largo de tantos siglos, en condiciones precarias, visitaron y hasta dieron su vida por ella, no podía ser indiferente para mí.
Una y otra vez pensaba: ¿Qué tiene este pueblo, qué tiene esta tierra para que todo esto sucediera allí?. ¿ Por qué Dios eligió este pueblo y esta tierra para que se desarrollaran allí tales acontecimientos? Todos estos pensamientos tenían tanta fuerza que me arrastraban a realizar este viaje.
Por diversas circunstanciasfue, hasta ahora, no me había planteado el viaje a Israel. Pero cuando fue posible, no tuve duda. La edad, que entonces tenía, 62 años cumplidos, también me hizo pensar que, si no lo realizaba pronto, más tarde sería más difícil o quizá imposible. Reflexioné sobre otras opciones que también me resultaban atrayentes, pero por los motivos indicados, la peregrinación a Israel me pareció prioritaria. La decisión a tomar se presentaba nítida, no había duda. Tenia que ir allí.
DE MADRID A TEL- AVIV
Para viajar a Israel, los trámites ,en el aeropuerto, son diferentes y más rigurosos que si viajas a otros lugares. Parece ser que todo esto se hace por seguridad, tratando de evitar, en lo posible, todo tipo de riesgos.
El avión en que viajamos es moderno, nuevo y con mucha capacidad: no menos de 300 pasajeros. No hay asientos vacíos, va lleno. El vuelo se desarrolla normalmente. Los viajeros estamos tranquilos. Yo estoy contento por que voy a cumplir un deseo: visitar Tierra Santa. El piloto y las azafatas nos tratan amablemente. A las dos horas de vuelo nos sirven la cena. Cenamos por las nubes, por todo lo alto, a 11.000 metros de altitud sobre el Mar Mediterráneo. Terminada la cena, era ya de noche. Estabamos más cerca de nuestro destino. Miro por la ventanilla, justo debajo de nuestro avión, en dirección contraria, como un relámpago, pasa otro avión. Me impresiona esta visión tan fugaz.
Pasado un tiempo, el piloto comunica a los pasajeros: iniciamos el descenso hacia el aeropuerto internacional Ben Gurión de Tel Aviv, Israel. Ponen música hebrea, HEVENU SHALOMALEICHEM. Es una música que a mi me agrada. Bienvenidos a Tierra Santa, bienvenidos a Israel, SHAJOM, dice el piloto. La emoción me pone la carne de gallina y casi se me saltan las lagrimas. Es una emoción espontánea. No tengo explicación, no se por qué me emociono de esta manera. Me emociono y eso es todo.
Se ven las luces del aeropuerto Ben Gurión. Tel- Aviv, desde lo alto, se ve bien iluminada. Parece una gran ciudad. En el aeropuerto, hay estacionados muchos aviones, sin duda, es un aeropuerto importante. Tenemos que cubrir un impreso con una serie de datos de control. Enseñamos el pasaporte y el impreso cubierto. Se quedan con el impreso. Estamos en Israel.
Nos espera en el aeropuerto el guía, padre Emérito. En el autocar, camino hacia el hotel, el guía nos da las primeras instrucciones. “ Peregrinar tiene un sentido turístico, pero también otro muy diferente. Hay una historia, una vida, una trascendencia. Es un viaje básica y fundamentalmente para experimentar, para vivir una experiencia. No venir aquí con clichés, con juicios previos. Lo importante es dejarse impactar, luego ,al final del viaje, en casa, se hace un juicio personal a cerca de la realidad. Peregrinar es salir del hogar, de una patria, de un lugar; es ponerse en camino para ir a donde Dios se manifestó de modo especial. Venir a Tierra Santa, como peregrino, es una experiencia a corazón abierto, es ver lo que Dios nos dice. Primero se realiza geográficamente, luego se tiene que realizar en el corazón de cada persona. Todos los días celebraremos la Eucaristía. Mañana en la gruta de la Virgen, en Nazaret, a las tres de la tarde, después de comer. Aquí todo es diferente. Este es un grupo heterogéneo. No es un grupo parroquial, apostólico, donde todos se conocen. Mañana nos conoceremos, nos veremos las caras. Tenemos que ayudarnos mutuamente. Verán como fácilmente el grupo se integra. Peregrinar es ascética. En tiempo de los cruzados se despedían de los familiares y amigos: lo más fácil era que no volvieran sanos y salvos. Ahora, tiene otro sentido. Ascética es ayudarnos unos a otros, no pensar sólo en uno, pensar en los demás, vivir en armonía, contentos, atentos a los pequeños detalles. Esto se llama pequeña ascética. Pero la peregrinación ha de hacerse con alegría, gozo e ilusión. Mañana el itinerario será: primero Joppe, luego Haifa, pasando por Cesárea que no visitaremos. En Haifa veremos Estela Maris. Comeremos en Nazaret, la flor de Galilea, según San Jerónimo. Después de comer haremos la visita y celebraremos la Eucaristía a las tres. Aquí todo es diferente. En Caná de Galilea, los casados, que voluntariamente quieran, renovaran el matrimonio. Dormiremos en Tiberiades. Pronto entraremos en ambiente de peregrinación. Con la seguridad de los peregrinos no hay problema. Atentos a no perderse. No apartase del grupo, sino fácilmente te puedes perder. Si se pierde alguien, se lo dice a un taxista que le lleve al hotel. Se ponen muy contentos. Todos tenéis la dirección de los hoteles. La cuestión es que nadie se pierda. Esto es lo importante. Mañana daremos el gorro de la peregrinación y con la bolsa que ya tenéis, si se esta atentos, no se pierde nadie. Si se dedica uno a comprar, que es el mal de la peregrinación o el bien, pues, puedes perderte fácilmente. En Jerusalén hay montañas de todo. No van empezar la peregrinación comprando cosas. El último día en Jerusalén, por la tarde, será libre para comprar”. ( 2 )
Llegamos al hotel. Mañana nos despertarán a las siete. Nos llamarán por teléfono. Levantarse a las siete no es madrugar, pues, aquí,amanece a las cinco y media. Siete y media desayunar, y a las ocho, salida.
Parece que el guía, padre EméritoÉmérito, es un buen guía. Las explicaciones que da, y la forma de transmitir, resultan no sólo inteligibles sino convincentes. Parece que conoce el oficio, tiene práctica. No es la primera vez que se encarga de un grupo de peregrinos. Se muestra interesado por nuestros interrogantes. Contesta a las preguntas que le hacen con buen humor. Transmite confianza. Es un buen comienzo.
VIAJE A TIERRA SANTA, TIERRA DE JESÚS, PALESTINA O ISRAEL
MOTIVOS
La Historia de Israel es muy antigua y fecunda en acontecimientos que despiertan el interés de mucha gente, especialmente de los cristianos. A mí, siempre me ha interesado por los motivos que expondré más adelante.
Las fechas que voy a indicar han de considerarse sólo como una aproximación a las reales.
1850 a.C. Abrahán llega a la tierra de Canaan procedente de Ur en Mesopotamia. El es el origen del pueblo hebreo.
1300 a.C. Jacob emigra a Egipto a causa del hambre. Los israelitas son esclavos de los egipcios.
1250 a.C. Moisés libera a los israelitas, pasa el Mar Rojo, durante 40 años, recorre el desierto y, finalmente, muere en el monte Nebo a la vista de la tierra prometida.
1200 a.C. Josué conquista la tierra de Canaan.
100 a. C. David conquista Jerusalén.
950 a. C. Salomón construye el primer Templo.
750 a. C. El rey de Asiria, Sargón II, conquista Israel y deporta a los judíos.
587 a. C. Nabucodonosor, rey de Babilonia, conquista Jerusalén, destruye el Templo y lleva cautivos a los judíos a Babilonia.
530 a.C. Ciro, rey de los persas, después de conquistar Babilonia, autoriza a los judíos a volver a Jerusalén y reconstruir el Templo, la ciudad y las murallas.
332 a. C. Alejandro Magno, rey de Macedonia, conquista Israel.
323 a. C. Tolomeo, rey de Egipto, conquista Israel.
196 a. C. Siria se apodera de Israel. Termina la dominación egipcia.
63 a. C. Pompeyo conquista Israel. Herodes el Grande, bajo el poder de Roma, reina en Israel hasta el año 4 a.C.
7 a 6 a. C. Nace Jesús de Nazaret
26 d. C. Poncio Pilato, procurador de Roma, gobierna Israel.
28 d. C. Jesús de Nazaret inicia su vida pública.
66 d. C. Primera rebelión de los judíos.
70 d. C. Tito sitia Jerusalén, arrasa el Templo y dispersa a los judíos.
132 d, C. Los judíos se rebelan por segunda vez.
134 d. C. Adriano conquista Jerusalén, la destruye y, en su lugar, construye la ciudad romana “ Aelia Capitolina”.
326 d. C. La madre del emperador Constantino, Santa Elena, visita Israel, naciendo la devoción a los Santos Lugares.
395 d. C. Empieza la época bizantina. Se construyen numerosos santuarios, monasterios y basílicas. Los Santos Lugares viven una época de gran esplendor,
614 d. C. Cosroes II, rey de Persia, conquista Tierra Santa y destruye monasterios, basílicas y santuarios.
628 d. C. Heraclio, emperador de Bizancio, recupera Tierra Santa.
638 d. C. El califa Omar conquista Tierra Santa.
1099 d. C. Los cruzados conquistan Jerusalén y sobre las ruinas bizantinas construyen basílica, iglesias y santuarios. Nueva época de esplendor de los Santos Lugares.
1187. d. C. El musulmán Saladino derrota a los cruzados y conquista Jerusalén.
1260.d C. Los mamelucos conquistan Jerusalén y reinan durante tres siglos.
1517 d. C. Las tropas turco- otomanas mandadas por Solimán conquistan Israel. Se construyen las actuales murallas de Jerusalén.
1917 d. C. Los británicos conquistan Jerusalén.
1920 d. C. Los británicos mandan en Palestina.
1939. d. C. Segunda Guerra Mundial y holocausto del pueblo judío.
1948 d .C. Israel se proclama estado independiente.
1967 d. C. Estalla la guerra de los “Seis días”. Israel conquista el Sinaí, Cisjordania, toda Jerusalén, la franja de Gaza y los Altos del Golán.
1987. d . C. Estalla la “ Intifada”.
1991.d . c. Conferencia de Paz de Madrid.
1993.d. C. En la Casa Blanca se firma la Paz entre Simón Peres y Yaser Arafat y se establece la autonomía provisional de Gaza y Jericó, la OLP y el Gobierno de Israel se reconocen mutuamente.
(1)
Hoy todavía continúan los enfrentamientos. ¿Algún día llegara la paz a esta tierra atormentada?
Una historia como esta , a mí, no podía dejarme indiferente. Pero esto no es todo. Los textos de religión e historia contienen referencias continuas a Israel. La Biblia, tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento, citan a Israel constantemente.Todas las Iglesias, en sus actividades propias, se refieren a Israel. Prensa, radio y televisión diariamente dan noticias sobre Israel. Películas y reportajes sobre Israel no faltan.
Por su situación geográfica, Israel es paso obligado entre Asia y Africa. Esto explica las invasiones y guerras de los distintos pueblos por su dominio y posesión.
A mi me gusta viajar. Me gusta admirar el paisaje, los monumentos, los lugares donde se desarrollaron grandes acontecimientos históricos; conocer gentes de otras culturas. Mi viaje a Israel prometía satisfacer estas aspiraciones.
En Israel , están las raíces de la religión cristiana que profeso. Allí nacieron y vivieron: Abraham, Moisés, Josué, David, Salomón, Sansón y tantos hombres y mujeres bíblicos cargados de historia y de misterio.
Pero, en Israel, sobre todo, nació Cristo. En Israel vivió, predicó su Evangelio, hizo milagros, fue aclamado, torturado, escarnecido, condenado a muerte y crucificado. En Israel, finalmente, resucitó; y esto, para mí que soy cristiano, que considero a Cristo como el modelo a seguir: “ Yo soy el comino, la verdad y la vida”, visitar y recorrer las tierras que Él recorrió; las tierras donde se localizan los acontecimientos que Él protagonizó, me fascinaba, me atraía, me resultaba tan sugestivo que sentía una necesidad imperiosa de ir allí. Además, esperaba que la realidad superase con mucho a cualquier sustituto: narración, fotografía, vídeo, película.... Estaba seguro que al contemplar los lugares que Él contempló, recorrer los caminos que Él recorrió, estaría en mejor condiciones para comprender los pensamientos, sentimientos y emociones que Él experimentó.
La tierra que tantos millones de cruzados, de peregrinos de tantas naciones del planeta, a lo largo de tantos siglos, en condiciones precarias, visitaron y hasta dieron su vida por ella, no podía ser indiferente para mí.
Una y otra vez pensaba: ¿Qué tiene este pueblo, qué tiene esta tierra para que todo esto sucediera allí?. ¿ Por qué Dios eligió este pueblo y esta tierra para que se desarrollaran allí tales acontecimientos? Todos estos pensamientos tenían tanta fuerza que me arrastraban a realizar este viaje.
Por diversas circunstanciasfue, hasta ahora, no me había planteado el viaje a Israel. Pero cuando fue posible, no tuve duda. La edad, que entonces tenía, 62 años cumplidos, también me hizo pensar que, si no lo realizaba pronto, más tarde sería más difícil o quizá imposible. Reflexioné sobre otras opciones que también me resultaban atrayentes, pero por los motivos indicados, la peregrinación a Israel me pareció prioritaria. La decisión a tomar se presentaba nítida, no había duda. Tenia que ir allí.
DE MADRID A TEL- AVIV
Para viajar a Israel, los trámites ,en el aeropuerto, son diferentes y más rigurosos que si viajas a otros lugares. Parece ser que todo esto se hace por seguridad, tratando de evitar, en lo posible, todo tipo de riesgos.
El avión en que viajamos es moderno, nuevo y con mucha capacidad: no menos de 300 pasajeros. No hay asientos vacíos, va lleno. El vuelo se desarrolla normalmente. Los viajeros estamos tranquilos. Yo estoy contento por que voy a cumplir un deseo: visitar Tierra Santa. El piloto y las azafatas nos tratan amablemente. A las dos horas de vuelo nos sirven la cena. Cenamos por las nubes, por todo lo alto, a 11.000 metros de altitud sobre el Mar Mediterráneo. Terminada la cena, era ya de noche. Estabamos más cerca de nuestro destino. Miro por la ventanilla, justo debajo de nuestro avión, en dirección contraria, como un relámpago, pasa otro avión. Me impresiona esta visión tan fugaz.
Pasado un tiempo, el piloto comunica a los pasajeros: iniciamos el descenso hacia el aeropuerto internacional Ben Gurión de Tel Aviv, Israel. Ponen música hebrea, HEVENU SHALOMALEICHEM. Es una música que a mi me agrada. Bienvenidos a Tierra Santa, bienvenidos a Israel, SHAJOM, dice el piloto. La emoción me pone la carne de gallina y casi se me saltan las lagrimas. Es una emoción espontánea. No tengo explicación, no se por qué me emociono de esta manera. Me emociono y eso es todo.
Se ven las luces del aeropuerto Ben Gurión. Tel- Aviv, desde lo alto, se ve bien iluminada. Parece una gran ciudad. En el aeropuerto, hay estacionados muchos aviones, sin duda, es un aeropuerto importante. Tenemos que cubrir un impreso con una serie de datos de control. Enseñamos el pasaporte y el impreso cubierto. Se quedan con el impreso. Estamos en Israel.
Nos espera en el aeropuerto el guía, padre Emérito. En el autocar, camino hacia el hotel, el guía nos da las primeras instrucciones. “ Peregrinar tiene un sentido turístico, pero también otro muy diferente. Hay una historia, una vida, una trascendencia. Es un viaje básica y fundamentalmente para experimentar, para vivir una experiencia. No venir aquí con clichés, con juicios previos. Lo importante es dejarse impactar, luego ,al final del viaje, en casa, se hace un juicio personal a cerca de la realidad. Peregrinar es salir del hogar, de una patria, de un lugar; es ponerse en camino para ir a donde Dios se manifestó de modo especial. Venir a Tierra Santa, como peregrino, es una experiencia a corazón abierto, es ver lo que Dios nos dice. Primero se realiza geográficamente, luego se tiene que realizar en el corazón de cada persona. Todos los días celebraremos la Eucaristía. Mañana en la gruta de la Virgen, en Nazaret, a las tres de la tarde, después de comer. Aquí todo es diferente. Este es un grupo heterogéneo. No es un grupo parroquial, apostólico, donde todos se conocen. Mañana nos conoceremos, nos veremos las caras. Tenemos que ayudarnos mutuamente. Verán como fácilmente el grupo se integra. Peregrinar es ascética. En tiempo de los cruzados se despedían de los familiares y amigos: lo más fácil era que no volvieran sanos y salvos. Ahora, tiene otro sentido. Ascética es ayudarnos unos a otros, no pensar sólo en uno, pensar en los demás, vivir en armonía, contentos, atentos a los pequeños detalles. Esto se llama pequeña ascética. Pero la peregrinación ha de hacerse con alegría, gozo e ilusión. Mañana el itinerario será: primero Joppe, luego Haifa, pasando por Cesárea que no visitaremos. En Haifa veremos Estela Maris. Comeremos en Nazaret, la flor de Galilea, según San Jerónimo. Después de comer haremos la visita y celebraremos la Eucaristía a las tres. Aquí todo es diferente. En Caná de Galilea, los casados, que voluntariamente quieran, renovaran el matrimonio. Dormiremos en Tiberiades. Pronto entraremos en ambiente de peregrinación. Con la seguridad de los peregrinos no hay problema. Atentos a no perderse. No apartase del grupo, sino fácilmente te puedes perder. Si se pierde alguien, se lo dice a un taxista que le lleve al hotel. Se ponen muy contentos. Todos tenéis la dirección de los hoteles. La cuestión es que nadie se pierda. Esto es lo importante. Mañana daremos el gorro de la peregrinación y con la bolsa que ya tenéis, si se esta atentos, no se pierde nadie. Si se dedica uno a comprar, que es el mal de la peregrinación o el bien, pues, puedes perderte fácilmente. En Jerusalén hay montañas de todo. No van empezar la peregrinación comprando cosas. El último día en Jerusalén, por la tarde, será libre para comprar”. ( 2 )
Llegamos al hotel. Mañana nos despertarán a las siete. Nos llamarán por teléfono. Levantarse a las siete no es madrugar, pues, aquí,amanece a las cinco y media. Siete y media desayunar, y a las ocho, salida.
Parece que el guía, padre EméritoÉmérito, es un buen guía. Las explicaciones que da, y la forma de transmitir, resultan no sólo inteligibles sino convincentes. Parece que conoce el oficio, tiene práctica. No es la primera vez que se encarga de un grupo de peregrinos. Se muestra interesado por nuestros interrogantes. Contesta a las preguntas que le hacen con buen humor. Transmite confianza. Es un buen comienzo.
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